Algunos insultos frecuentes:
“Mejor regresa a la lavar”
“Te voy a regalar una cocina reinita”
“Las mujeres a la cocina”
“las mujeres solo pueden estar de pasajeras en un automóvil”
Etc. Etc. Una historia repetida durante muchos años
Y las mujeres nos hemos ideado también la manera de responder:
Ante “Las mujeres a la cocina” o cualquier comentario machista, decimos: “para eso le tengo a tu mamá” o frases parecidas.
Y aunque parezca una broma las personas se lo toman enserio, incluyéndome. Es una guerra encarnizada protagonizada por conductores y pasajeros quienes intentan demostrar sus dotes de buenos pilotos.
En una ocasión presencié como el ex jugador de Liga Deportiva Universitaria de Quito, Carlos Espínola, se trepó –literalmente- a un auto que obstaculizaba la salida de autos de su edificio. No solo se trepó sino que destrozó, totalmente encolerizado, el parabrisas del auto. Esa fue una de las noticias más publicadas hace algunos años. Y como ese, centenares de ejemplos que estoy segura que tenemos en nuestra cabeza e incluso de los cuales hemos sido participes o cómplices todos.
“Mejor regresa a la lavar”
“Te voy a regalar una cocina reinita”
“Las mujeres a la cocina”
“las mujeres solo pueden estar de pasajeras en un automóvil”
Etc. Etc. Una historia repetida durante muchos años
Y las mujeres nos hemos ideado también la manera de responder:
Ante “Las mujeres a la cocina” o cualquier comentario machista, decimos: “para eso le tengo a tu mamá” o frases parecidas.
Y aunque parezca una broma las personas se lo toman enserio, incluyéndome. Es una guerra encarnizada protagonizada por conductores y pasajeros quienes intentan demostrar sus dotes de buenos pilotos.
En una ocasión presencié como el ex jugador de Liga Deportiva Universitaria de Quito, Carlos Espínola, se trepó –literalmente- a un auto que obstaculizaba la salida de autos de su edificio. No solo se trepó sino que destrozó, totalmente encolerizado, el parabrisas del auto. Esa fue una de las noticias más publicadas hace algunos años. Y como ese, centenares de ejemplos que estoy segura que tenemos en nuestra cabeza e incluso de los cuales hemos sido participes o cómplices todos.
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